Reflexiones para tí.

Abisay

David entonces les preguntó a Ajimélec el hitita y a Abisay hijo de Sarvia, hermano de Joab: -¿Quién quiere venir conmigo al campamento de Saúl? – Yo voy contigo -respondió Abisay. 1 Samuel 26:6.

Ser leal a un amigo en todo momento no es fácil; serle leal arriesgando tu propia vida, es más complicado aún. David podía confiar en Abisay; por más que la propuesta para la actividad nocturna era meterse en el medio del ejército de Saúl, que los estaba buscando para matarlos.

A veces Dios nos pide acciones mucho más simples, más sencillas y menos peligrosas que la que propuso David, pero nuestra respuesta es el silencio miedoso que nos hace mirar hacia otro lado.

Tan cierto como esto que acabamos de decir, es que Abisay se equivocó al querer matar a Saúl. Como soldado, militar y hombre de fuerza, la idea del leal compañero de David era perfecta. El problema era que el futuro rey entendía que Saúl era el “ungido de Jehová” y, como tal, no podía ni siquiera levantar la mano contra él; por más errores que hubiera cometido y más intentos de asesinarlo que tuviera en su ficha. En esta oportunidad, David no le corta el manto, solamente le saca la lanza y el jarro de agua que tiene el rey en su cabecera.

Abisay vuelve a ser el instrumento que tienta a David para matar a Saúl. Anteriormente, habían sido sus soldados. En este caso, él mismo se ofrece para realizar la tarea. David no se lo permite; Dios ya se encargaría de poner un punto final en la vida de Saúl.

Entregar las decisiones más importantes de tu vida en las manos de Dios es una señal de fe. Todos los elementos “confabulaban” a favor de una decisión radical y terminante. Incluso, tendría la posibilidad de decir que él no lo había hecho.

Años más tarde, David mandará matar a Urías para intentar tapar su pecado; todos conocemos los posteriores problemas que enfrentó por esa decisión. Pero en este momento, en medio de la noche, David confía en los juicios divinos, entregándole a él el tiempo y la acción. Esa entrega es sinónimo de fe.

La lealtad de Abisay hacia David se mantendrá hasta el final de su vida. ¿Eres un amigo fiel en las buenas y en las malas? ¿Se puede confiar enteramente en ti? Dios ¿puede confiar en ti?

Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2014 “365 Vidas” Por: Milton Betancor






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